¡STOP A LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Y LAS NIÑAS!

Hoy, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y Niñas, los alumnos y alumnas de 4º de ESO han preparado un acto de concienciación para toda la Comunidad Educativa.

Nos han explicado que se eligió el 25 de noviembre para recordar a las hermanas Mirabal, Patria, Minerva y Mª Teresa que fueron asesinadas en 1960 por el dictador Trujillo. Nos hemos sorprendido al conocer que estas hermanas estudiaron en nuestro colegio Inmaculada Concepción de República Dominicana. Hemos sentido el vínculo que nos une estas hermanas y nos ha admirado su testimonio valiente.

Este es el manifiesto que han proclamado nuestros compañeros y compañeras extraído de diferentes textos del Papa FranciscoEl color naranja, referente de este día internacional, con el que han pintado sus caras simboliza el futuro brillante y optimista libre de violencia contra las mujeres y niñas.

 

  • Con demasiada frecuencia las mujeres son ofendidas, abusadas, violadas, inducidas a la prostitución…
  • Si queremos un mundo mejor, que sea una casa de paz y no un patio de guerra, todos debemos hacer mucho más por la dignidad de cada mujer.
  • Hoy queremos dar voz a tantas mujeres y niñas sin voz,  sometidas a múltiples formas de explotación, también a través de matrimonios forzados, esclavitud doméstica y laboral.
  • Miles de mujeres y niñas cada año son víctimas de la trata y denuncian las dramáticas consecuencias de modelos de relaciones fundados en la discriminación y en la sumisión. La trata de personas devuelve violentamente a las mujeres y a las niñas a su supuesto papel de subordinadas. 
  • Doblemente pobres son las mujeres que sufren situaciones de exclusión, maltrato y violencia, porque frecuentemente se encuentran con menores posibilidades de defender sus derechos. 
  • La violencia sufrida por cada mujer y cada niña es una herida abierta en el cuerpo de Cristo, en el cuerpo de toda la humanidad, es una herida profunda que nos afecta también a cada uno de nosotros.
  • Hoy deseamos que toda mujer y toda joven se comprometa por la transformación y el cuidado, en la escuela, en familia, en la sociedad. Y que todo hombre y todo joven no quede fuera de este proceso de transformación.
  • Admiramos a tantas las mujeres que tienen el coraje de rebelarse a la violencia. También nosotros hombres estamos llamados a hacerlo, a decir no a toda violencia, incluida aquella contra las mujeres y las niñas. 
  • Juntos podemos y debemos luchar para que los derechos humanos se declinen de manera específica, en el respeto de las diversidades y en el reconocimiento de la dignidad de toda persona, con especial atención a aquellos cuyos derechos fundamentales han sido violados.
  • El Señor quiere que todos vivamos libres y con plena dignidad.

 

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