Esta mañana, todo el colegio nos hemos reunido en torno al patio central para celebrar tres grandes acontecimientos. En primer lugar, hemos rememorado que el 12 de octubre de hace casi dos mil años. Cuando el apóstol Santiago traía la Palabra de Jesús a nuestra península, la Virgen se le apareció, para animarlo a continuar con su gran labor. De esta forma, el apóstol recibió tal fuerza de nuestra Madre que se le quitó el cansancio y continuó anunciando la Buena Noticia de Jesús por todos los rincones de la tierra. De ahí nos viene a los cristianos la tradición de invocar a la Virgen, cada 12 de octubre, bajo su nombre de Nuestra Señora del Pilar.
Además, también hemos celebrado que otro 12 de octubre Cristóbal Colón descubrió el territorio americano, después de un largo viaje.
El tercer acto importante de este día es la celebración del mes misionero, ya que el domingo 22 de octubre celebraremos el Domund. Domund significa “domingo mundial”, y es una celebración muy especial para toda la Iglesia, ya que recordamos con mucho cariño y nuestra oración a los misioneros. Rezamos por ellos y por su maravillosa labor, ya que emprenden nuevos caminos para descubrir el sueño de Dios en sus vidas.
El lema de este año para el Domund es “Corazones ardientes, pies en camino”. Un corazón ardiente es aquel que desea encontrar la felicidad, cumpliendo la voluntad de Dios. Cuando eso sucede, nos ponemos en camino rápidamente para perseguirla y alcanzarla. Cada uno debe encontrar su camino y recorrerlo, como los discípulos de Emaús, junto a Jesús, el mejor compañero de viaje que podemos tener.
Como símbolo de ese deseo, todos nuestros alumnos han escrito algo en una tira de papel que tiene una medida muy especial: es la medida del manto de la Virgen del Pilar que se venera en Zaragoza. A Ella acuden miles de peregrinos, para que María lleve sus peticiones y deseos muy cerquita del corazón de su Hijo Jesús. Y eso mismo hemos hecho nosotros en el patio de nuestro colegio. Hemos llevado junto a la Virgen las peticiones de todos, para que María las guarde en su corazón.
Hemos terminado la celebración poniendo también junto a María una oración muy especial, escrita especialmente para esta gran fiesta del Domund; con ello queremos poner a todos los misioneros bajo la protección de Nuestra Señora del Pilar, patrona de la Hispanidad.
