Hoy ha sido un día muy especial en nuestro colegio. Hemos celebrado la fiesta de San Francisco de Asís ¡a tope! Hemos comenzado con el regalo más grande que el Señor nos ha dado: ¡Él mismo entregado en el Pan! Nos hemos sentido comunidad en fiesta, unida con más corazón en el canto, en la sonrisa, en la oración… En nuestra Eucaristía, hemos querido pedir la bendición para nuestro mundo herido con las mismas palabras de San Francisco: «¡El Señor te bendiga y te guarde!» a la vez que nos hemos comprometido a ser instrumentos de paz en nuestras pequeñas acciones. No hemos querido olvidar en nuestra celebración a una gran persona que ha dejado una gran huella en el colegio y que ahora seguro que nos cuida desde el cielo: la señorita Maribel. Su sonrisa, amabilidad, ternura… son un reflejo donde podemos mirarnos.
