“Así os envío yo” es la expresión final de la Eucaristía, en la que, después de oír la Palabra de Dios y ser alimentado con el Cuerpo y Sangre de Cristo, el creyente es enviado a anunciar el Evangelio: “Podéis ir en paz…”. Este envío ha de resonar en el corazón y en la mente con fuerza sobrenatural para transformar la existencia en implicación misionera para la Jornada, el mes, el año, la vida: para siempre. Así lo recuerda el Papa en su Mensaje: “La dimensión misionera de la Iglesia es esencial”, y es importante que tanto cada bautizado como las comunidades eclesiales se interesen en la misión de forma constante; “la misma Jornada Mundial de las Misiones no es un momento aislado en el curso del año, sino que es una valiosa ocasión para detenerse a reflexionar si respondemos a la vocación misionera y cómo lo hacemos; una respuesta esencial para la vida de la Iglesia”.

DEJAMOS HUELLA EN LA NATURALEZA
Los alumnos y alumnas de 5º EP hemos realizado un viaje por el tiempo hacia las antiguas plantaciones del Neolítico. Gracias al Conjunto Arqueológico de