Paseando junto al mar de Galilea…
Estas palabras del evangelio que narran la llamada del apóstol Santiago, son evocadoras en nuestra jornada en la que hemos peregrinado desde Vilanova hasta Valga. En Padrón, hemos realizado una parada y, al pasar por una iglesia dedicada a Santiago, hemos visto un cartel que indicaba: “Todo comenzó”. Al parecer fue el primer lugar donde predicó el apóstol y donde luego permanecieron sus restos hasta que fueron trasladados a la catedral. Después hemos continuado la etapa hasta Escravitude.
Podríamos continuar la frase: “Todo comenzó en el mar…” Y es que, después de nuestro camino, hemos tenido la oportunidad de continuar nuestra ruta jacobea en barco y “remar mar adentro” sumergiéndonos en el océano infinito del amor de Dios.
¡Qué alegría se experimenta al superar otra ruta y más cuando lo hacemos con sabor franciscano al celebrar a nuestra Madre, Nuestra Señora de los Ángeles.
Que Ella guarde todos estos encuentros con el Señor saboreando la alegría y la fiesta de la fraternidad.
