Bajo el lema de este año: “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe”, hemos experimentado que verdaderamente el Señor va haciendo que nuestras fraternidades se vayan enraizando cada vez más en Él y que nuestras vidas tengan unos cimientos más sólidos, más firmes, porque nos sentimos sostenidos y firmes en la fe.
Ahí os dejamos algunos momentos vividos ese día.
¡El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres!
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