Los alumnos de 3º de Primaria han recibido el sacramento de la Confirmación, el segundo de la iniciación cristiana.
La iglesia de San Pedro fue la que acogió esta celebración, cargada de momentos entrañables que nos hacen palpar la grandeza del don de la fe.
En el que es propiamente el rito de la confirmación, los alumnos renovaron las promesas del Bautismo, promesas que, en su día hicieron sus padres y padrinos en su nombre. En esta ocasión, con la vela encendida, sujetándola firmemente entre sus manos, fueron ellos quienes pronunciaron estas palabras.
A continuación, la imposición de manos, gesto muy antiguo en la Iglesia por el que se experimenta la elección de Dios a cada uno y que se hace sentir de un modo singular en este sacramento.
Y, finalmente, la unción con el crisma, aceite perfumado con el que se hace sobre cada confirmando la señal de la cruz en la frente como signo de consagración.
Todos vivimos con intensidad este día y nos sentimos felices porque ‘estos pequeños’ -como Jesús los llama en el evangelio- van creciendo en el camino de la fe.
