Hoy celebramos una fecha muy especial para los cristianos: cuenta la tradición que, un 12 de octubre, cuando el apóstol Santiago se encontraba agotado en su tarea de evangelización en las tierras de la Península Ibérica, la Virgen se le apareció, dándole nuevas fuerzas y animándolo a continuar con su tarea. Desde entonces, el nombre de Nuestra Señora del Pilar se ha convertido en uno de los nombres más queridos por los que llamamos a nuestra Madre del Cielo.
También un 12 de octubre, pero de 1492, Cristóbal Colón llegaba a tierras americanas, descubriendo para Europa un hermoso continente, América, y ensanchando los caminos y la visión de la humanidad entera. Además de nuevas rutas comerciales, el reino de Castilla y América comenzaron una historia de intercambios que nos ayudó a enriquecer nuestro mundo con otros alimentos, otras culturas y otros modos de pensar. Desde ese momento, los castellanos y los habitantes de ese nuevo continente quedaron unidos para siempre.
A nuestra Madre la Virgen, que supo sostenerse en Dios como pilar fundamental de su vida, pedimos que sepamos mirar siempre la vida “con corazón de Madre” en todas y cada una de nuestras acciones: en casa, en el colegio, con nuestros amigos… para lograr ser cada día más valientes, que es querer buscar, incansablemente, lo que nos une, y no lo que nos separa.
