Junto al autobús se concentran personas y emociones que de lejos es fácil localizar.
El sol, brillante de agosto en este limpio cielo andaluz y el fresco de la mañana traen de Dios su bendición que camina en nuestro autobús y quedan en los corazones de quienes nos seguirán en la distancia.
¡Nos vemos en Madrid! es la consigna… El mundo, Dios, Benedicto XVI…nos esperan. Abrimos de par en par nuestros corazones a este diluvio de gracia.
Y antes de entrar en Madrid, el grupo de Andalucía, nos ponemos a los pies del Corazón de Jesús para preparar la consagración que hará Su Santidad Benedicto XVI.
“¡Ven Señor Jesús!, ayúdanos a los jóvenes del Tercer Milenio a ser artífices de la Civilización del Amor, que se construye cuando las personas y los pueblos acogen la presencia de Dios, le adoran en verdad y escuchan su voz” (cfr. Mensaje JMJ)
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