ABRIMOS NUESTRO CORAZÓN PARA CELEBRAR EL DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD

El 3 de diciembre se celebra, desde 1992, el Día Internacional de las Personas con Discapacidad con el objetivo de dar apoyo social y visibilidad a las personas con diversidad funcional. Es una fecha clave para avivar la lucha por una sociedad más inclusiva y accesible, donde todos se sientan parte activa de su entorno.

Con motivo de este día, los alumnos de 5º de Educación Primaria acudimos el pasado viernes 1 de diciembre a una cita en el Ayuntamiento para escuchar la lectura de un manifiesto por una sociedad más inclusiva, libre de silencios incómodos. Silencios que, como pudimos escuchar en testimonios reales, resultan tener un gran poder negativo para las personas que sufren, cada día, la presión de las barreras sociales, económicas y laborales que encuentran en su entorno. 

Fue un momento muy emotivo presidido por nuestro alcalde Manolo Barón y apoyado por la asociación CASIAC (Coordinadora de Asociaciones por la Integración en Antequera y Comarca).

Pudimos sentir, de primera mano, el esfuerzo de personas de diferentes edades con discapacidad, tanto física como intelectual. Nos resultó una experiencia enriquecedora que nos ha hecho replantearnos los problemas a los que tienen que enfrentarse diariamente las personas que viven con algún tipo de discapacidad. Nos unimos a su manifiesto por una sociedad donde puedan tener oportunidades para realizarse personalmente sin prejuicios y defender sus derechos.

Los más pequeños del cole, los alumnos y alumnas de Infantil, también se sumaron a celebrar este día descubriendo  la importancia de la diversidad y la aceptación, que todos somos distintos, pero igual de importantes y que las diferencias nos hacen únicos y valiosos al mismo tiempo que nos enriquecen. Esto se trabajó con el cuento de “Elmer”, de David McKee, un cuento infantil que nos recuerda la importancia de aceptarse a sí mismo y a los demás.

Con la colaboración de las familias, los pequeños  trajeron una pieza decorada con diferentes materiales y texturas para, posteriormente, entre todos construir nuestro colorido y peculiar Elmer. 

Una auténtica obra de arte fruto de la unión y trabajo en equipo y que muestra que las diferencias nos unen porque la diversidad enriquece el género humano.

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